En la casa de Ana los árboles no tienen la culpa
Ana nunca jugó con otros niños
Su casa era un submarino olvidado
Ana y los libros
Desde que aprendió a leer Ana sabe
que la vida es algo más que deambular con su hermano
en los laberintos de su casa
Ana y su cuarto
Ana tiene un cuarto blanco
con claveles rojos en su historia
Ana lo hace por primera vez
Caminó hasta él
y su espalda adolescente
fue su palacio
Desde pequeña
Ana siente cuchillos en el estómago
pero dice que sólo los usa
cuando la sacan de quicio
Los hermanos de Ana
Ana sembró un armadillo
y del árbol nacieron sus hermanos
A los 8 años
Ana le perdió el respeto al abuelo cebollero de sus amigos
Su silencio costó 20 pesos y un temor de por vida a jugar entre los árboles
Ana duerme
Largas horas en el día
La anestesia del sueño, es mejor.
Ana siente culpa
Cumplió 21 años pero nunca duerme fuera de casa
cuando ama enmudece...
Y si tiene sexo, se queda toda la noche
buscando luz en la ventana
Ana también espera
No. Rubén Izaguirre no es el único que espera.
Ana, también es terca antes de matar un sueño.
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